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Es importante que el proceso este apoyado en tres ejes:

1. EL ALUMNO

2. LA FORMACIÓN DEL PROFESOR

3. LOS MEDIOS

Sin una adecuada interacción de estos tres elementos es posible que el proceso no se dé de manera adecuada. Empezando por el alumno, es una realidad que éste ha nacido en la era virtual conoce y maneja a la perfección todos los medios tecnológicos, su entretenimiento está centrado en la televisión y los videojuegos. Ahora todos los jóvenes cuentan con un ipod y un teléfono celular. Estas nuevas herramientas forman parte de la vida del joven dentro del aula porque facilitan y mantienen la motivación en ellos. Si hacemos una interacción favorable de los procesos educativos trabajando conjuntamente con la tecnología los niños se sentirán entendidos y contextualizados lo que favorecerá el aprendizaje.

En el caso del profesor nos estamos enfrentando a relaciones más horizontales en donde no solamente el maestro sabe, incluso en muchos temas el alumno sabe más que el maestro, con el acceso a internet y la tecnología cualquiera tiene acceso a todo tipo de información, la jerarquía del conocimiento del maestro sobre el alumno se ha ido desvaneciendo, por lo tanto ambas partes tienen que mantener una sintonía positiva para que su único objetivo sea seguir construyendo conocimiento.

Finalmente los medios. Un medio en sí mismo fuera del lenguaje verbal ya transmite un mensaje, es por eso que el profesor debe contar con las herramientas necesarias para buscar y seleccionar aquellos medios que proporcionen los elementos necesarios para favorecer el objetivo de la sesión, es decir, que el objetivo de la sesión y el material didáctico vayan en sintonía dirigidos a la misma dirección para que el medio sea en sí un facilitador del proceso.